El PDI (“plan de desarrollo individual” [1]), es básicamente un objetivo de desarrollo basado en una habilidad, competencia, valor o comportamiento que será el foco de su esfuerzo de desarrollo durante un período de tiempo específico.
Idealmente, un PDI tiene pocas áreas de desarrollo en un momento dado. Es importante estar enfocado para no perder efectividad en los esfuerzos. Conceptualmente, estas áreas de desarrollo deben surgir de la interacción de dos fuerzas principales que actúan sobre un individuo en la empresa: sus necesidades individuales y las necesidades de la empresa.
Las necesidades individuales surgen de sus intereses (lo que le gusta a la persona), sus ambiciones profesionales (hacia dónde quiere ir) y su mapa actual de fortalezas y debilidades (en el que la persona es mejor/peor).
Un empleado hipotético puede:
Ser responsable de modelos financieros en hojas de cálculo;
No tener mucha paciencia/no prestar mucha atención a los detalles;
Sé muy bueno con la gente;
Tener la meta de ser CFO algún día.
Tenga en cuenta que si este empleado (llamémosle Heitor) piensa solo en sus necesidades, bien puede llegar a la conclusión de que la atención a los detalles no es un foco de desarrollo ahora: quiere convertirse en Director, y para este puesto gerencial, necesita mejorar su camino con personas con habilidades de liderazgo y gestión de personas más sólidas.
Ahora pasamos a las necesidades de la empresa, que hay que tener en cuenta. La empresa donde trabaja Heitor tiene:
Unos buenos directivos ya preparados para asumir puestos de liderazgo y esperando que un Senior Manager vaya a un intercambio en Europa, que liberará algunos puestos en el organigrama;
Un valor de su cultura que defiende la importancia de la atención a los detalles en todos los niveles y funciones (es una empresa que produce jets de pasajeros -como el Boeing- y donde no hay margen de error);
Una potencial mega fusión con un competidor, que generará una gran demanda en el equipo de modelado para que se construyan modelos de presupuesto combinados que se utilizarán para financiar el negocio (precisamente el área de especialización actual de Heitor).
Este ejemplo puede parecer exagerado, pero es el día a día de gerentes y empresas de todo el mundo, que constantemente necesitan comprender y negociar prioridades a veces conflictivas a favor de un objetivo común.
Por lo tanto, hable con su gerente/miembro del equipo e intente comprender dónde, en la construcción de su IDP, se encuentra la intersección de las necesidades individuales y las necesidades de la empresa. Es allí donde ambos encontrarán mayores resultados.
[1] Diferentes empresas dan distintos nombres a la PDI. Así que no se alarme si en su empresa se llama Plan de Carrera, Objetivos de Desarrollo o cualquier otro nombre. Lo importante es lo que representa.
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